El síndrome del cuidador: cómo cuidar del cuidador

Una persona dependiente. Un familiar dispuesto. Un trabajo duro cuidando a esa persona. Buena intención y mucha capacidad de sacrificio. Estas características reflejan una situación habitual en muchos hogares, pero que también entraña un riesgo. El síndrome del cuidador es un tipo de trastorno que se da en aquellos individuos que se dedican de forma constante al cuidado de una persona dependiente, y que generalmente padece varias enfermedades crónicas que requieren múltiples intervenciones sanitarias, psicosociales y económicas.

 

¿Cómo va apareciendo el síndrome del cuidador?

El síndrome del cuidador aparece principalmente en familiares o personas cercanas que ejercen esa labor de cuidado intensivo:

  • Al ejercer un papel de alta responsabilidad, la carga física y psíquica se produce de forma progresiva y rápida.
  • Con su gran voluntad, el cuidador cada vez se responsabiliza más de la vida de la persona que cuida.
  • Evidentemente, la independencia del cuidador disminuye al dedicarse de manera integral al cuidado de su familiar.
  • De ahí viene que el mismo cuidador se desatiende. Cada vez ocupa menos parte de su tiempo en el ocio, va abandonando a los amigos, las aficiones ni las recuerda…
  • La calidad de vida del cuidador disminuye.

 

 

Perfil del cuidador

El cuidador habitualmente suele ser un familiar directo y conviviente, que al asumir el rol de cuidador debe hacer cambios en su rutina. Por lo general este papel puede ser desempeñado por la pareja o por los hijos en el caso de las personas mayores. Sin embargo, también es posible que ese papel pueda ser ejercido por hermanos o inclusive amigos. Además, por lo general, el cuidador debe atender las necesidades del resto de la familia.

Cuanto mayor es el grado de dependencia de la persona a la que se cuida, mayor es el riesgo de sufrir el síndrome del cuidador. El hecho de que la enfermedad se cronifique o que el proceso asistencial sea largo, también eleva el riesgo de desarrollar este síndrome.

 

 

Síntomas propios del síndrome del cuidador

Algunos de los síntomas propios son:

  • Agotamiento tanto físico o mental debido a un desgaste provocado por la dedicación constante.
  • Pérdida de energía.
  • Esa persona afable pasa a tener cambios de humor repentinos y se muestra irascible.
  • Aparece la ansiedad o la depresión.
  • En ocasiones abusa del tabaco, del alcohol, de la cafeína y de fármacos tranquilizantes.
  • Problemas para dormir.
  • Dificultades con el peso y la alimentación.
  • Se aísla. Su mundo se limita al enfermo.
  • Falta de atención y de memoria.
  • Problemas físicos: palpitaciones, cefalea, molestias digestivas….
  • Sensación de agobio y que le falta tiempo para realizar las actividades.

 

 

La prevención es la mejor solución

Intentar solucionar un problema pasa por una premisa básica: aceptar que se tiene un problema. Una vez reconocida la existencia del problema hay una serie de consejos básicos a seguir:

  • No debe haber un solo cuidador. Tiene que haber más personas para hacer turnos y dar descansos.
  • Hay que hacer partícipes del problema a los familiares. Hablar con ellos sobre los cambios, inconvenientes o mejoras en el día a día del paciente. Se debe contar a los familiares como se encuentra el propio cuidador para no encerrarse en sí mismo con sus problemas. Pedir ayuda no es sinónimo de debilidad.
  • Como en todos los casos relacionados con la salud, dieta equilibrada, vida saludable y ejercicio.
  • Fundamental tener tiempo libre para realizar actividades y despejar la cabeza. Tener aficiones es importante.
  • Mantener el contacto con los amigos de forma regular para no caer en el aislamiento social.
  • Controlar el estrés.
  • Tener una actitud positiva ante el trabajo de cuidar al paciente.
  • Intentar formarse para comprender mejor al paciente.
  • Pedir consejo a profesionales sanitarios.
  • Reconocer los sentimientos negativos que aparecen y reconducirlos para que no afecten demasiado.
  • Contacto con otras personas en situación similar, esto permite el reconocimiento de otros apoyos y otras posibles soluciones.

 

 

Recuerda:

  • El síndrome del cuidador aparece cuando una persona, normalmente un familiar, se queda a cargo de una persona dependiente.
  • Agotamiento, ansiedad, cambios de humor, problemas para dormir y aislamiento son algunos de los síntomas del Síndrome del cuidador.
  • La prevención del síndrome del cuidador pasa por compartir las tareas, la vida saludable, tener tiempo libre, practicar aficiones y verbalizar lo negativo del trabajo para reconocer el problema.