La importancia de preservar la salud ósea

La importancia de preservar la salud ósea

Desde que el esqueleto humano comienza a formarse en el útero materno hasta los 25-30 años aproximadamente, la cantidad de minerales que contienen los huesos, fundamentalmente calcio y fósforo, aumenta progresivamente.

Este capital mineral se conoce como masa o densidad ósea. En condiciones normales, se mantiene estable hasta los 50-60 años, cuando empieza a disminuir a causa del envejecimiento.

Es importante preservar la salud ósea en todas las fases de la vida. Acumulando minerales durante la infancia y la adolescencia para alcanzar una buena densidad ósea, manteniendo este reservorio durante la edad adulta.

Finalmente, contrarrestando su declive para prevenir, retrasar y paliar los efectos de la pérdida de masa ósea, más conocida como osteoporosis.

Los factores genéticos tienen una gran influencia en el desarrollo de los huesos, por lo que la evolución de la masa ósea  tiene un claro componente hereditario.

Consecuentemente, las personas con antecedentes de osteoporosis en la familia deben hacer un esfuerzo extra para prevenir su aparición.

 

Para preservar la masa ósea es importante:

  • Llevar una dieta equilibrada y rica en calcio y fósforo, los dos minerales con mayor presencia en los huesos, sin olvidar la vitamina D, implicada también en la formación y el mantenimiento del tejido óseo. El aporte debe ser mayor durante la infancia, el embarazo y la lactancia, a partir de la menopausia en el caso de las mujeres y desde los 60 años en el caso de los hombres.
  • Mantener una adecuada actividad física, porque tiene la capacidad de optimizar la fuerza y la resistencia de los huesos frente a los  traumatismos a los que se ven expuestos en la vida diaria.
  • Evitar hábitos tóxicos; el alcohol, el tabaco y otras drogas dificultan la absorción del calcio, entre otros perjuicios.

 

A partir de los 40 años, se aconseja solicitar al médico una analítica anual para medir la cantidad de calcio, fósforo y vitamina D del organismo.

Si los niveles son bajos, puede ser una buena opción acceder a una densitometría ósea de cribado, especialmente en mujeres.

Esto es así ya que la osteoporosis es más frecuente en ellas tras la menopausia.

Se trata de una prueba sencilla que permite establecer la necesidad de realizar una densitometría si la densidad ósea no es apropiada para la edad y las características de la persona.

Ante un diagnóstico de osteoporosis, es necesario acudir al especialista para que nos prescriba un tratamiento personalizado.

También debemos extremar las precauciones para evitar caídas, ya que se está en riesgo de sufrir fracturas osteoporóticas.

La experiencia acumulada en cirugía cerebral compleja permite ofrecer a los pacientes tratamientos con un amplio margen de seguridad y un postoperatorio controlado.

Recuerda:

  • Es necesario preservar la salud ósea en todas las fases de la vida.
  • La dieta, la actividad física y un estilo de vida saludable previenen el deterioro óseo.
  • La osteoporosis es más frecuente en las mujeres y requiere tratamiento, ya que aumenta el riesgo de fracturas que pueden llegar a ser muy graves.