fotodermatosis

¿Crees que tienes alergia al sol? Síntomas y tratamiento recomendado

Con la llegada del verano, pasamos más tiempo al sol y debemos prestar una mayor atención a nuestra piel, ya que esta puede reaccionar de manera negativa. Aunque comúnmente se utiliza el término ‘alergia al sol’, en realidad las erupciones o el picor que se pueden experimentar cuando hay una exposición al sol es algo más complejo.

El término adecuado es fotodermatosis y se trata de una serie de enfermedades cutáneas que cursan con una respuesta anormal de la piel tras la exposición a la radiación ultravioleta (UV).

Síntomas de las fotodermatosis o también llamada ‘alergia al sol’

Los síntomas de la fotodermatosis (comúnmente conocidas como ‘alergias solares’) suelen aparecer en primavera y en época estival. En invierno y otoño es menos habitual debido a que las prendas que utilizamos ya que nos cubren gran parte de nuestro cuerpo. Los síntomas pueden aparecer desde minutos a horas después de la exposición solar (hasta 24-72 horas posteriores a dicha exposición, dependiendo del tipo de fotodermatosis) y pueden durar desde los 7 hasta los 10 días.

Las zonas a las que puede afectar la fotodermatosis suelen ser zonas que principalmente no están expuestas al sol durante el período de otoño-invierno como son el escote, los brazos, los hombros y las piernas. Estos síntomas son similares a los característicos de las alergias, como por ejemplo:

  1. Eritema de piel (‘piel roja’).
  2. Picor.
  3. En grados más extremos, es posible experimentar ardor.
  4. Descamación de la piel a modo de eccemas.
  5. Aparición de vesículas o costras.
  6. Habones (o comúnmente denominados como ‘ronchas’).
  7. Otros síntomas menos habituales como dolor de cabeza, mareos o nauseas.

 

¿Cuáles son los tipos de fotodermatosis?

La fotodermatosis puede clasificarse en tres grandes grupos, que son:

  • Fotodermatosis idiopáticas: aquellas en las que se desconoce con exactitud su causa. Entre todas ellas nos podemos encontrar con:
    1. Erupción polimorfa lumínica: es la más común y suele aparecer tanto en primavera como al inicio del verano, e ir mejorando a lo largo del mismo. Las lesiones en la piel son muy variadas, desde habones hasta lesiones tipo eccema, y normalmente aparecen en zonas que no han estado expuestas al sol durante el invierno. La aparición suele ser retardada a la exposición solar (desde horas hasta días tras la exposición) y puede tardar en desaparecer hasta 7-10 días.
    2. Urticaria solar: es muy infrecuente pero, si aparece, es a los pocos minutos tras la exposición solar y desaparece en menos de 24 horas. No suele mejorar a lo largo del verano y las lesiones características suelen ser habones en zonas de más exposición como escote, brazos y piernas.
    3. Dermatitis actínica crónica: es una reacción persistente a la luz, sobre todo en personas de edad avanzada y con una historia de exposición solar intensa a lo largo de su vida. Las lesiones de la piel recuerdan a los eccemas sobre todo en cara, escote, brazos y dorso de manos.
    4. Hydroa vacciniforme: suele afectar a niños de piel clara y con historia de quemaduras recurrentes. Las lesiones características son vesículas y costras en zonas muy expuestas a la radiación solar, como la cara, orejas y manos sobre todo en primavera y verano.
    5. Prurigo actínico: es especialmente frecuente en la población mestiza latinoamericana. Aparece una erupción cutánea en región facial, asociada a mucho picor y no siempre desaparecen en invierno.
  • Dermatosis Fotoagravadas: aquellas enfermedades de la piel que no están causadas exclusivamente por el sol pero pueden empeorar por la exposición al mismo. Las más relevantes (sin entrar en detalle, puesto que son enfermedades cutáneas complejas y en la que intervienen muchos factores) son:
    1. El Lupus eritematoso cutáneo.
    2. La dermatomiositis.
    3. El Grupo de los Penfigos.
    4. El Grupo de las Porfirias.
  • Fotodermatosis secundarias a sensibilizante exógeno: se trata de erupciones en la piel que aparecen al combinar la administración de una sustancia (bien sea por vía oral o por vía tópica) y la exposición al sol. Se contemplan dos tipos:
    1. La erupción fotoalérgica: cuando en su aparición está implicado el sistema inmunitario. Es muy variable y puede aparecer en zonas de piel no expuestas al sol.
    2. La erupción fototóxica: no interviene el sistema inmune. Normalmente la erupción se localiza en zonas expuestas al sol y recuerdan a una “quemadura solar”.

 

Cómo prevenir la ‘alergia al sol’ y quiénes deben protegerse especialmente de los rayos solares

El tratamiento más adecuado, en caso de desarrollar estos síntomas de ‘alergia al sol’ es la prevención. Existen una serie de recomendaciones que evitarán y minimizarán el daño cutáneo como son:

  • Usar protección solar adecuadamente, para ello es necesario aplicar el fotoprotector antes de la exposición al sol y renovarlo cada 2 horas.
  • Con la llegada del buen tiempo, hacer una exposición solar de manera progresiva.
  • Utilizar prendas tales como gorros o camisetas de tejidos transpirables como el lino o el algodón.
  • Evitar las horas del día en las que se produce mayor intensidad de la radiación solar, es decir, la franja que oscila entre las 12:00 y las 17:00, aproximadamente.
  • Algunas personas también pueden experimentar una reacción cutánea con el uso de ciertos perfumes, desodorantes y cosméticos. Por eso es recomendable evitar aplicarlos directamente sobre la piel antes de tomar el sol.

Existen colectivos especialmente vulnerables a sufrir algún tipo de reacción o alergia al tomar el sol. Entre todas ellas se destacan tanto las personas con fototipo claro de piel, es decir, personas de piel muy clara o que se queman con facilidad. También se encontrarían en este grupo tanto los recién nacidos o niños pequeños; las personas que ingieren ciertos medicamentos que pueden ocasionar también fotosensibilidad y las personas que utilizan ciertos productos cosméticos con ciertos componentes. Por último, las personas que padecen otras patologías existentes y que pueden empeorar con la exposición solar y aquellas que disponen de antecedentes familiares de cáncer de piel.

Recuerda:

  • La alergia al sol es el término con el comúnmente se designa a la fotodermatosis, un conjunto de patologías cutáneas que se ocasionan por una mayor sensibilidad a la luz del sol e incluso a la luz visible.
  • Los síntomas de la fotodermatosis pueden aparecer tras la exposición al sol o incluso días después de la misma.
  • La prevención es la principal forma de evitar la aparición o complicaciones propias de la fotodermatosis. Algunas recomendaciones son protegerse adecuadamente del sol a través del uso de fotoprotectores, llevar camiseta o gorro o evitar la exposición solar en las horas de mayor intensidad.
  • Las personas con fototipo claro, los niños, ciertos medicamentos o antecedentes familiares son algunos de los factores de riesgo en el desarrollo de fotodermatosis.
  • Si se presenta algunos de estos síntomas, no se debe dudar en consultar al dermatólogo.