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¿Qué es la migraña y cuál es su tratamiento?

Uno de cada dos adultos sufren en algún momento de su vida dolores de cabeza recurrentes. La migraña es uno de los tipos de cefalea más conocidos. Se caracteriza principalmente por un dolor de cabeza peculiar: palpitante, recurrente e intenso. Además del dolor de cabeza, es posible que con la migraña se presenten otros síntomas. El tratamiento de la migraña se centra en prevenir los episodios y, en caso de que se produzca, tratar los síntomas.

Migraña más que un dolor de cabeza

De los trastornos del sistema nervioso, los dolores de cabeza recurrentes o cefaleas son de los más frecuentes según la Organización Mundial de la Salud. La migraña es un tipo de cefalea que se caracteriza principalmente por el dolor de cabeza, el cual se ha de producir con una serie de características:

  • Dolor pulsátil o palpitante, es decir, se presenta como si se produjeran palpitaciones o latidos en la cabeza.
  • Recurrente, el dolor de las migrañas se presentan en forma de episodios pudiéndose dar entre uno al año o varios a la semana.
  • Empieza a producirse de manera moderada y pasar a mantenerse de forma intensa y aguda.
  • Puede producirse en uno o ambos lados de la cabeza.
  • Suele empeorar con la luz, el ruido, los olores o cualquier típico de esfuerzo que se realice a nivel físico.
  • En cuanto a su duración, suele ser habitual 2 o 3 días.

Además del dolor, la migraña suele acompañarse también de otro tipo de síntomas tales como neurológicos, gastrointestinales, físicos o psicológicos. Entre ellos destacan:

  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Sensibilidad a la luz.
  • Alteración en la visión, principalmente borrosa o ver destellos luminosos. Este fenómeno se conoce con el nombre de aura.
  • También puede ir acompañada de estrés o ansiedad.
  • Importante impacto en la calidad de vida del paciente hasta el punto de llegar a ser incapacitante. La intensidad con la que se produce el dolor puede limitar realizar las actividades cotidianas.

Existen determinados factores que actúan como desencadenante de las migrañas como son:

  1. Situación personal o emocional.
  2. Alteraciones hormonales como por ejemplo la menstruación o la menopausia.
  3. Dieta.
  4. Hábitos poco saludables como el consumo de alcohol, drogas o tabaco.
  5. Efecto adverso de determinados fármacos.
  6. Sobreesfuerzo físico.
  7. Sobreestimulación.
  8. Cambios en el ritmo circadiano.
  9. Otros factores que también pueden interferir son ambientales, como por ejemplo cambios atmosféricos o en la presión.

Tratamiento para la migraña

Actualmente no se cuenta con un tratamiento curativo de la migraña, por tanto, su abordaje, aunque varia en cada caso, se centra en dos pilares básicos:

  1. Minimizar la intensidad de los síntomas.
  2. Prevenir los episodios de migraña.

En caso de sospecha o confirmación del diagnostico de migraña, es de vital importancia que el paciente sea capaz de identificar los síntomas en su inicio. De esta forma, aplicará el tratamiento necesario cuando el dolor o síntomas se presentan de forma moderada, factor que beneficia el tratamiento de la migraña. En esta fase, se recomienda evitar la exposición a factores desencadenantes y eliminar el dolor a base de medicamentos genéricos para el dolor o específicos para la migraña, según proceda. Es importante, tener en cuenta los síntomas que acompañan al dolor de la migraña para que el tratamiento se consuma por la vía más adecuada. Por ejemplo, en el caso de que se produzcan vómitos, no se han de consumir los fármacos por vía oral.  Además del aliviar dolor, el tratamiento contempla actuar contra los síntomas que se producen durante un episodio de migraña.

En el proceso asistencial de la migraña, además del tratamiento, la prevención permite evitar que los episodios de migraña se produzcan. En este sentido se recomienda:

  1. Aplicar tratamiento profiláctico específico para las peculiaridades de la migraña.
  2. Favorecer que el paciente identifique sus desencadenantes de forma que pueda evitar que estos provoquen un episodio de migraña.
  3. Propiciar un descanso adecuado y reparador.
  4. Aprender a gestionar el estrés o la ansiedad.
  5. Especial cuidado con la alimentación.
  6. Evitar el consumo de alcohol o tabaco.
  7. No exponerse a lugares con sobreestimulación sonora o visual.
  8. Mantener la calma cuando los síntomas de la migraña aparezcan.
  9. Realizar un uso racional de los fármacos.

Recuerda que:

  • La migraña es un tipo de cefalea que se caracteriza por un dolor de cabeza palpitante, recurrente e intenso y puede presentarse con otros síntomas como alteraciones visuales o náuseas.
  • Se trata de una patología altamente limitante y que puede llegar a imposibilitar realizar las tareas del día a día.
  • En cuanto al tratamiento de la migraña, se centra en prevenir los episodios y, cuando se producen, controlar la intensidad con la que se presentan los síntomas.