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La robótica en los hospitales: el futuro no tan lejano de la sanidad

Los robots de servicio son aquellos que trabajan de forma autónoma o semiautónoma para realizar tareas útiles destinadas a mejorar el bienestar de las personas. Dentro de esta categoría se encuentra la robótica médica, es decir, la utilización de robots en hospitales para la realización de intervenciones quirúrgicas.

La robótica en los hospitales comienza a generalizarse en los años 2000, tras una fase previa de experimentación. Se considera que la historia de los robots quirúrgicos comienza en el año 1985 con el robot PUMA 560, un brazo robótico industrial utilizado para mejorar la precisión durante la realización de biopsias cerebrales. Este salto tecnológico en la medicina ha permitido a los trabajadores sociosanitarios desarrollar nuevas técnicas y especializaciones quirúrgicas como la telecirugía.

Las ventajas más notables de los robots médicos son la precisión y la miniaturización. Estas máquinas son hoy utilizadas en el ámbito de la neurocirugía o en cirugía cardiaca, gastrointestinal o pediátrica. El objetivo principal de su uso es supervisar y corregir imprecisiones o errores humanos, haciendo posible determinadas acciones con un grado de complejidad muy técnico.

En la robótica médica podemos destacar tres componentes principales:

  • El puesto de trabajo maestro, equipado con un dispositivo de control o joystick y pantallas para visualizar imágenes y datos en tiempo real. Los cirujanos pueden así controlar y ordenar los movimientos que tiene que realizar el robot, además de observar la intervención con todo detalle.
  • El quirófano robotizado, donde se encuentran el robot y un conjunto de sensores que ofrecen información al cirujano.
  • La red de comunicación que permite conectar los dos sistemas descritos anteriormente.

 

El robot Da Vinci, empleado en los centros HLA

El sistema quirúrgico Da Vinci destaca en la actualidad como uno de los robots más vanguardistas en tecnología médica al posibilitar operaciones mínimamente invasivas. Su uso fue aprobado por primera vez en Estados Unidos en los 2000 y desde entonces ha ganado numerosos adeptos, entre los que se incluyen determinados hospitales españoles. Actualmente varios centros HLA utilizan esta tecnología, como HLA Universitario Moncloa (Madrid) y HLA Universitario El Ángel (Málaga).

Este sistema consiste en una plataforma con cuatro brazos robóticos, junto con unos instrumentos quirúrgicos especiales que se acoplan a estos. El sistema no es autónomo: sigue las órdenes del cirujano en tiempo real e imita sus movimientos con precisión. La consola proporciona una vista tridimensional y ampliada del área a tratar mientras el cirujano controla los instrumentos a través de los controles o el puesto de trabajo maestro.

La experiencia del cirujano en el uso de esta tecnología es fundamental para conseguir los resultados deseados. En 2023, el Hospital HLA Universitario Moncloa superó las mil intervenciones con el robot Da Vinci XI. Desde su incorporación en 2017, el uso de esta tecnología ha sido fundamental en especialidades como la urología, que ha realizado más del 85% de estas cirugías.

Las ventajas del Da Vinci son notables para los pacientes: permite una cirugía mínimamente invasiva, reduciendo las cicatrices y el tiempo de postoperatorio, por lo que el paciente recupera más rápido su vida habitual. La cirugía del cáncer de próstata es la que más se beneficia de la robótica, ya que además de exigir resultados oncológicos precisa de resultados funcionales.  Sin embargo, también se utiliza en campos como la ginecología y en cirugía general, oral y maxilofacial, pediátrica, torácica y cardíaca.

Recuerda:

  • La robótica en los hospitales comienza a generalizarse en los años 2000, tras una fase previa de experimentación por parte de los ejércitos más desarrollados.
  • Las ventajas más notables de los robots médicos son su precisión y que permiten procedimientos menos invasivos.
  • El uso del robot Da Vinci permite una cirugía mínimamente invasiva, reduciendo las cicatrices y el tiempo de postoperatorio, por lo que el paciente recupera más rápido su vida habitual.