Vesículas-labio

Herpes labial: sus principales causas, curso clínico y cuidados básicos

Posiblemente en algún momento, en el labio o en torno a la boca, te ha aparecido una erupción con enrojecimiento y vesículas agrupadas. También conocido como herpes febril, herpes labial o, más coloquialmente, calentura. Se trata de una infección provocada por un virus que por lo general tiene carácter leve y se resuelve en un plazo de 1 a 3 semanas. El tratamiento es sencillo y existen una serie de recomendaciones que favorecen su prevención.

 

 

Principales síntomas y fases del herpes labial

El principal síntoma del herpes consiste en la aparición de vesículas, unas pequeñas “vejigas” llenas de líquido. Estas vesículas aparecen sobre una piel que suele estar enrojecida por la inflamación, y el líquido que contienen suele ser de tono amarillento.

Este tipo de “calenturas” se sitúan alrededor del labio o sobre éste, aunque también es posible que estas aparezcan por la zona próxima de la nariz, mejillas o incluso en el interior de la boca (en las encías o garganta).

 

 

En un episodio de herpes labial se pueden distinguir distintas etapas:

  1. Lo primero que suele notarse, antes de que aparezcan las vesículas típicas del herpes, es una sensación de picor, ardor u hormigueo. También es posible experimentar dolor de garganta o molestias al tragar, febrícula y, en algunos casos, puede presentarse inflamación de los ganglios linfáticos.
  2. Con el paso de los días la zona comienza a enrojecerse y aparecen las características vesículas agrupadas con líquido en su interior. Con el paso de los días, estas vesículas se rompen, segregando un líquido y dando lugar a la aparición de heridas superficiales, conocidas comúnmente como llagas o aftas.
  3. Finalmente sobre las heridas se forma una costra, que se va desprendiendo conforme sanan las heridas que se encuentran en su base.

 

 

¿Por qué aparece el herpes labial?

El herpes labial es causado por infección viral ocasionada en la mayoría de los casos por el virus Herpes Simple Tipo 1 (VHS – 1) y, de forma frecuente, por virus Herpes Simple Tipo 2 (VHS – 2).

Por lo general, la principal vía de transmisión es a través del contacto directo con una persona que presente el virus del herpes. Compartir utensilios de cocina, usar la misma toalla o besarse son algunas de las formas más comunes de trasmisión. Su capacidad contagiosa es más alta cuando la ampolla se ha roto y supura el líquido de su interior.

La Organización Mundial de la Salud, estima que el 67% de las personas menores de 50 años están infectadas por el VHS-1, aunque no todas desarrollan la infección. Sin embargo, a pesar de la ausencia de síntomas, es posible trasmitir el virus.

Después la primera manifestación clínica del herpes labial es posible volver a tener manifestaciones puntuales que suelen coincidir con episodios que conlleven una bajada de defensas. En caso de experimentar episodios posteriores, estos suelen presentar menor gravedad que la primera vez que el herpes labial presentó síntomas.

La recurrencia en el herpes labial se debe a que el virus permanece latente y episodios como los siguientes propician que las ampollas vuelvan a aparecer:

  • Cambios hormonales.
  • La menstruación.
  • Fiebre por otras causas.
  • El estrés.
  • Exponerse al sol sin la protección adecuada.

 

 

Factores de riesgo

Por lo general, las personas con un sistema inmune deprimido presentan más riesgo de desarrollar la infección por el virus. En este sentido los principales factores de riesgo son:

  • Personas con VIH/Sida.
  • Otras afecciones cutáneas como la dermatitis.
  • Cáncer.
  • Efectos adversos de fármacos como son la quimioterapia o la radioterapia. Los inmunodepresores utilizados para evitar el rechazo tras un trasplante de órganos, también pueden propiciar la aparición de herpes labial.

 

 

Abordaje del herpes labial

Por lo general, el tratamiento del herpes labial es relativamente sencillo y las lesiones que esta infección provoca no suelen tener una duración mayor a las dos semanas.

Normalmente sólo se precisan cuidados locales de la zona que presente las vesículas o heridas para promover su curación y evitar sobreinfecciones bacterianas. En relación a las molestias, si éstas son persistentes, se aconseja la aplicación de frío.

Por otro lado, cuando las vesículas aparecen, es posible que la infección se extienda a otras zonas. Para evitarlo, se recomienda evitar tocar lesiones y en caso de haberlo hecho, lavarse las manos inmediatamente y de forma adecuada.

 

 

¿Es posible evitar la aparición de esta infección?

Al igual que cualquier otra infección viral, es posible evitar su aparición si reducimos el riesgo de exposición al virus. Entre las principales medidas que minimizan la transmisión del virus están:

  • Evitar el contacto directo con una persona que presente ampollas.
  • No compartir objetos tales como cubiertos, vasos, toallas, cremas o maquillaje.
  • Una adecuada higiene de manos.
  • Usar protección solar protegiendo principalmente las zonas en las que anteriormente ha aparecido el herpes.

Si los episodios de herpes labial son excesivamente recurrentes o tienen una duración superior a las dos semanas, es necesario acudir a un especialista médico que aplique el tratamiento adecuado (por lo general antivirales).

 

 

Recuerda que:

  • El herpes labial es una infección vírica provocada por el virus herpes simple tipo 1 (VHS – 1) principalmente.
  • El principal síntoma es la aparición de ampollas en el labio, nariz, mejillas e inclusive en el interior de la boca.
  • El herpes labial tiene un curso evolutivo característico que van desde la aparición de síntomas iniciales como hormigueo hasta la formación de costra debido a las úlceras que surgen tras la rotura de las vesículas.
  • La principal vía de transmisión es a través del contacto directo con una persona que presenta el virus, principalmente si la infección está activa.
  • El herpes labial se suele presentar de forma leve y su tratamiento es relativamente sencillo.