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El paciente experto: diferentes formas de fomentar el autocuidado

Según el informe 2021 del Observatorio de Atención al Paciente, al menos 5 de cada 10 españoles tendrán, en algún momento de su vida, una enfermedad crónica. Esta prevalencia ha crecido en los últimos años, a pesar de los avances médicos y farmacológicos, y se espera que continúe esta tendencia. En este contexto, se hace necesario la figura del paciente experto, la cual se basa en la prevención y el fomento del autocuidado.

Educación para la Salud: el origen del paciente experto

A finales de los años 90, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó a fomentar  la inclusión del paciente como parte activa del proceso asistencial. Para ello, acuñó el término “educación para la salud”. “Educación para la salud” hace referencia a todas aquellas iniciativas  que tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas a través de su compromiso individual (autogestión de patologías diagnosticadas) y colectivo (difundir campañas de concienciación).

Teniendo en cuenta esta definición, la “educación para la salud” se sustenta en 4 pilares básicos:

  • Compromiso de las personas que parte de su deseo de mejorar su salud.
  • Acceso a la información, es decir, que las personas manejen conocimientos rigurosos y con evidencia de cómo mejorar su salud.
  • Proactividad. El paciente experto adopta diferentes hábitos o acciones que le permitan mejorar su salud y la de los demás.
  • Autonomía como resultado del empoderamiento. En definitiva, esta definición tiene que ver con un enfoque activo y saludable.

 

El cambio de paradigma con el paciente experto

Este mayor interés por la educación para la salud la prevención, el autocuidado y en definitiva el enfoque activo y saludable tiene como resultado la creación de la figura del paciente experto. El paciente experto es aquella persona que dispone de formación e información necesaria sobre su enfermedad hasta el punto de adquirir un rol participativo en el proceso asistencial. Algunas de las características que podrían definirle son:

  1. Entiende y conoce su enfermedad.
  2. El paciente experto se responsabiliza de todo lo que implica una gestión de la enfermedad.
  3. Presentan una mayor adherencia a la prescripción médica tanto desde el punto de vista farmacológico como necesidad de modificación de hábitos.
  4. Contribuyen a mejorar la comunicación médico-paciente.
  5. Los pacientes expertos son prescriptores en salud tanto a nivel de prevención como para otros pacientes de la misma patología.
  6. Propician una optimización de los recursos disponibles.
  7. Minimizan el impacto que las enfermedades tienen en las diferentes de la vida.

El paciente experto es, por tanto, una nueva forma de pensamiento que contempla una nueva aproximación a las enfermedades. Si tradicionalmente tenía un papel pasivo, el paciente experto juega un rol más activo. Al incorporar al paciente en el proceso asistencial, es posible identificar nuevas necesidades relevantes para él y su entorno que, anteriormente, podrían pasar desapercibidas. Como resultado, se produce una reorganización de los sistemas de salud y una nueva forma de relación entre paciente, profesionales sociosanitarios y sociedad.

 

10 formas de implicar al paciente en el proceso asistencial

Las nuevas tecnologías y un mayor acceso a la información han contribuido, sin duda, a promover la figura del paciente experto. Existen diferentes medidas que contribuyen a una mayor implicación de las personas en su salud como son:

  1. Plataformas informativas digitales. Por ejemplo, a través de la creación de blogs que permitan desgranar contenidos fiables enfocados específicamente en materia sanitaria.
  2. Portal del paciente. Accesibilidad a través de aplicaciones que den acceso al historial médico desde cualquier lugar y momento.
  3. Escuela de pacientes. Puesta en marcha de programas formativos que permitan conocer al paciente aspectos relacionados con su autocuidado. Un ejemplo es la escuela de pacientes que HLA Universitario Moncloa y la Asociación Escuela de Pacientes Oncológicos pusieron en marcha en 2019. ‘Rutinoterapia’ fue un proyecto para potenciar el acompañamiento, orientación y entrenamiento de personas diagnosticadas con diversos estadios y tipos de cáncer. Este novedoso método fue un instrumento para la adaptación social, asistencial, de prevención y promoción de la salud integral que ayuda a los enfermos y su entorno a cambiar el estilo de vida, durante y después de la enfermedad.
  4. Material informativo y formativo. En soporte digital como físico (cartelería o dípticos). HLA cuenta con un proyecto de digitalización de todos los folletos informativos para pacientes y familiares. A través de códigos QR, los usuarios pueden acceder a toda la información útil durante su estancia en los centros fomentando además la reducción de papel.
  5. Campañas de concienciación (#EnHLAVamosDeRosa con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama) puesta en marcha de iniciativas y medidas que permitan prevenir las enfermedades en diferentes ámbitos, como, por ejemplo, prevención de enfermedades en el entorno laboral, días internacionales relacionados con la salud, etc.
  6. Divulgación de los contenidos de valor y contrastados a través de herramientas como los blog o redes sociales de entidades rigurosas.
  7. Talleres formativos en formato presencial u online. Por ejemplo, los talleres formativos para nuevas mamás y papás en HLA Vistahermosa.
  8. Iniciativas que promuevan hábitos de vida saludable, como las campañas que promuevan el conocimiento de una alimentación saludable o la colaboración con la UPUA (Universidad Permanente de la Universidad de Alicante) en cursos sobre hábitos saludables, promoción, prevención y educación para la salud.
  9. Preferencia por la creación de unidades específicas que integren un equipo multidisciplinar. El paciente experto contribuye a detectar necesidades que trascienden lo asistencial, siendo necesario la inclusión de diferentes profesionales sociosanitarios.
  10. Facilitar la labor de las asociaciones de pacientes. La integración y colaboración de las asociaciones de pacientes en el entorno hospitalario propicia el contacto o compartir experiencias entre aquellas personas que pasen por la misma situación.

 

Recuerda:

  • La Organización Mundial de la Salud acuñó a finales de los años 90 el concepto “educación para la salud”. El objetivo fue reconocer la importancia de la implicación de las personas en la salud.
  • El paciente experto es el término que se utiliza para referirse a aquellas personas que tienen un amplio conocimiento de su enfermedad, hasta el punto de comprometerse en su autocuidado.
  • Existen diferentes formas de contribuir a la creación del paciente experto y que en HLA lleva a cabo, como son las escuelas de pacientes, talleres educativos o iniciativas para potenciar los hábitos de vida saludable.