Cómo identificar si sufro depresión

Cómo identificar si sufro depresión

El 13 de enero se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, trastorno emocional que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo, siendo considerada como la primera causa mundial de discapacidad. Es una enfermedad que tiene una importante incidencia en las tasas de mortalidad, la pueden sufrir personas de todas las edades pero es más prevalente en adolescentes y personas mayores. Según el Instituto Nacional de Estadística esta incidencia se incrementó en toda Europa debido a la pandemia: un 5,4% la población presenta algún tipo de cuadro depresivo, unos 2,1 millones de personas.

 

Rasgos característicos de la depresión

Los rasgos más característicos de las personas que padecen este trastorno son:

  • Tristeza permanente.
  • Pérdida de interés o placer en las actividades de la vida cotidiana.
  • Aislamiento.
  • Trastornos del sueño y del apetito.
  • Falta de concentración.
  • Sensación de cansancio.

La depresión no es solo un decaimiento en el estado emocional ya que puede conllevar la aparición de otras patologías como pueden ser el estrés, fobias, ansiedad, trastornos obsesivos y, en el peor de los casos, el suicidio. En cualquier caso, se requiere atención médica especializada para poder tratarla.

 

Principales causas de la depresión

Las causas que dan lugar a la depresión son muchas, siendo las más habituales las siguientes:

  • Composición química, genética y hormonal.
  • Antecedentes personales y familiares con cuadros depresivos.
  • Pérdida de un ser querido o mascota.
  • Rupturas sentimentales.
  • Exposición a situaciones estresantes.
  • Problemas económicos.
  • Acoso en los entornos de la persona que la padece: escolar, redes sociales, laboral, etc.

 

Tipos de depresión y síntomas más frecuentes

Los tipos de depresión se diferencian por su duración y evolución. Afectan al desempeño de actividades rutinarias y relaciones interpersonales desde el punto de vista somático, conductual, cognitivo y emocional.

En cualquiera de los casos se requiere atención médica para su debido control y seguimiento:

  • Depresión psicótica: presencia de alucinaciones. Se requiere de un tratamiento farmacológico junto a terapias psicológicas.
  • Trastorno afectivo estacional: se produce más frecuentemente durante la estación invernal coincidiendo con las pocas horas de sol. El tratamiento se basa en medicamentos y fototerapia.
  • Trastorno depresivo grave: este tipo de depresión es considerado como el más grave. Afecta a las actividades diarias como comer, dormir, así como la concentración. El tratamiento se basa en fármacos terapia psicológica.
  • Trastorno depresivo persistente o distimia: pérdida de interés en las actividades cotidianas, cambios en el sueño, baja autoestima, desesperanza, inapetencia, falta de energía y concentración. En tratamiento se basa en el uso de medicamentos y terapia conversacional.
  • Enfermedad maniacodepresiva o trastorno bipolar: trastorno permanente que genera cambios cíclicos en el estado de ánimo. El tratamiento incluye antidepresivos y psicoterapia.
  • Depresión postparto: se diagnostica en el mes siguiente al nacimiento del bebé. Los principales síntomas son insomnio y desapego del bebé. El tratamiento se basa en antidepresivos y terapia.

 

 Cómo superar la depresión

Hay varias pautas a seguir para poder superar la depresión, de entre las más importantes podemos destacar:

  • Buscar ayuda.
  • Seguir todas las indicaciones médicas y terapéuticas.
  • Adoptar hábitos de vida saludables: alimentación equilibrada, reducción del consumo de sustancias nocivas (alcohol, tabaco, drogas…) y realizar ejercicio físico.
  • Aceptar que es un período no permanente, viviendo el presente.

 

Recuerda:

  • Cualquier persona es susceptible a pasar por un período depresivo.
  • Es una enfermedad que la pueden sufrir personas de todas las edades, aunque tiene mayor prevalencia entre los adolescentes y personas mayores.
  • Se requiere atención médica para su control y seguimiento.
  • Llevar una alimentación equilibrada y una vida saludable puede favorecer la recuperación de la persona que la sufre.