pacientes anticoagulados

Diez consejos para pacientes anticoagulados

Los pacientes anticoagulados son aquellos que tiene pautada una medicación para prevenir la aparición de tromboembolismos (afección que ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en una vena) o como tratamiento tras haber sufrido una trombosis o embolia. Concretamente, se suelen recetar anticoagulantes orales.

Actualmente, en España hay cerca de 1 millón de personas anticoaguladas, una cifra que sigue incrementándose como consecuencia del envejecimiento poblacional y el aumento de los factores de riesgo.

 

¿Qué es la coagulación sanguínea?

La coagulación sanguínea es el proceso por el cual la sangre se vuelva más densa, formando coágulos sanguíneos para detener una hemorragia.

Sin embargo, en ocasiones la sangre se coagula dentro de los vasos sanguíneos impidiendo el riego sanguíneo -total o parcialmente- y generando, de este modo, complicaciones de salud (infartos, ictus, embolismos o tromboembolismos).

Hay que tener en cuenta que existen dos tipos de coagulación:

  • Trombosis. Se trata de una obstrucción de una vena o arteria por un trombo o coágulo, provocando que fluya menos sangre de la habitual.
  • Embolia. Cuando un coágulo se desprende de la vena o arteria donde se ha formado y viaja por el torrente sanguíneo hasta bloquear otra vena o arteria, generalmente en el pulmón o en el cerebro.

Ante estos casos, los especialistas recomiendan un tratamiento anticoagulante. Esta medicación retarda la coagulación de la sangre y, por consiguiente, la formación de coágulos.

 

10 consejos para los pacientes anticoagulados

Con el fin de conseguir la mayor adherencia y efectividad del tratamiento posible, es fundamental la implicación de los pacientes anticoagulados. Para ello, existen ciertas recomendaciones que pueden seguir:

  1. Comprobar que la medicación es correcta. Es importante seguir las pautas del especialista y asegurarse de que el remedio es exactamente el pautado, tanto en marca como en cantidad.
  2. Tomar el anticoagulante todos los días a la misma hora. De esta forma es más fácil seguir el tratamiento y llevar un mejor control.
  3. Si se olvida tomar la medicación, mantener la dosis normal, sin duplicar la cantidad diaria.
  4. Adicionalmente, es aconsejable rellenar un calendario con las dosis diarias y los olvidos. De esta forma, el especialista podrá hacer una mejor revisión del tratamiento y será más fácil asegurarse de que el paciente no olvida ninguna dosis.
  5. Es importante seguir una dieta equilibrada y variada. Además, se debe reducir el consumo de verduras de hojas verdes, así como los cambios bruscos y repentinos en la alimentación.
  6. Evitar el consumo de alcohol, ya que interfiere con los anticoagulantes.
  7. No hacer ejercicio intenso.
  8. Ante la aparición de síntomas como sangrados anormales, múltiples hematomas, dolor intenso de cabeza, pérdida de fuerza, diarreas o vómitos, acuda a su especialista.
  9. En el caso de tener que tomar una medicación adicional, es importante avisar al especialista del uso de anticoagulantes orales ya que muchos fármacos intervienen con su funcionamiento. Lo mejor es no ingerir ningún medicamento nuevo ni interrumpir el tratamiento con anticoagulantes sin avisar antes a su médico.
  10. Por último, es recomendable llevar siempre consigo un documento que indique que es un paciente anticoagulado.

 

Recuerda:

  • Los pacientes anticoagulados son aquellos que tiene pautada una medicación para prevenir la aparición de tromboembolismos o como tratamiento tras haber sufrido una trombosis o embolia.
  • En España hay cerca de 1 millón de personas anticoaguladas.
  • La implicación de los pacientes anticoagulados es fundamental para conseguir la mayor adherencia y efectividad del tratamiento posible.