anorexia_hospital

Cómo se trata la anorexia en un centro hospitalario

La anorexia es un trastorno de la conducta alimentaria que afecta a hasta un 5% de mujeres jóvenes, según datos de la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB). Esta enfermedad grave conlleva riesgos serios para la salud de los pacientes si no se aborda adecuadamente. Por este motivo es importante comprender cómo se trata la anorexia desde los entornos hospitalarios, teniendo en cuenta que se trata de una enfermedad muy delicada y compleja.

Los pacientes con anorexia, fundamentalmente mujeres, tienen una percepción distorsionada de su propio cuerpo. Sienten un temor abrumador a ganar peso, incluso si están dentro o por debajo de los parámetros normales. Esta preocupación los lleva a seguir dietas no supervisadas, realizar ejercicio excesivo o incluso provocarse el vómito. De ahí la importancia de un abordaje integral de la anorexia desde el ámbito hospitalario.

El abordaje terapéutico de la anorexia en el hospital

Dado que la anorexia es una enfermedad compleja a la hora de percibirla y gestionarla, es importante identificarla rápidamente y buscar un tratamiento adecuado. La atención hospitalaria es un paso crucial en el camino hacia la recuperación física y emocional de los pacientes que luchan contra ella.

En este sentido, los hospitales apuestan por una atención multidisciplinar en el diagnóstico y tratamiento de la anorexia. Los especialistas involucrados son:

  • Psiquiatras y psicólogos: estos profesionales son esenciales para abordar los aspectos psicológicos del trastorno. No solo son los encargados de las evaluaciones diagnósticas también ofrecen apoyo emocional para ayudar a los pacientes a comprender y cambiar sus patrones de comportamiento alimentarios y de imagen corporal.
  • Nutricionistas: los nutricionistas desarrollan planes de alimentación personalizada que ayudan a los pacientes a recuperar un peso y una nutrición adecuados. Asimismo, educan a los pacientes sobre la importancia de una alimentación saludable y equilibrada.
  • Médicos y enfermeras: estos profesionales proporcionan atención médica y supervisan el estado de los pacientes. La anorexia puede afectar a la salud general y, concretamente, la cardiovascular. De ahí la importancia de una monitorización constante.

Además, la presencia de la familia juega un papel fundamental en la recuperación de este trastorno. En este mismo sentido, parte del tratamiento de la anorexia también pasa por la atención a los familiares, ayudándoles a comprender el trastorno y ofreciéndoles apoyo si lo necesitan.

¿Dónde se trata la anorexia?

La anorexia puede tratarse en el hospital o de forma ambulatoria desde el centro de salud. Esto dependerá de la gravedad del trastorno y de las necesidades individuales del paciente.

  • Tratamiento hospitalario: es esencial en pacientes con anorexia grave que presentan un riesgo inminente para su salud. Durante el ingreso reciben atención médica constante, supervisión nutricional y apoyo emocional. Este enfoque es necesario para estabilizar a los pacientes y abordar las complicaciones médicas.
  • Tratamiento ambulatorio: en casos menos graves o en etapas posteriores de la recuperación, el tratamiento ambulatorio puede ser una buena opción. Los pacientes asisten a sesiones terapéuticas y consultas médicas programadas, pero continúan viviendo en sus hogares.

Esta última opción, además, es muy útil a la hora de que los pacientes incorporen lo aprendido durante su tratamiento a su día a día. El objetivo, en cualquier caso, es evitar posibles recaídas a través de un abordaje integral e individualizado.

Recuerda:

  • La anorexia conlleva riesgos serios para la salud de los pacientes si no se aborda adecuadamente.
  • Por eso es necesario que el tratamiento de este trastorno sea multidisciplinar e incluya a psiquiatras, psicólogos, nutricionistas y demás personal médico.
  • La anorexia se puede tratar tanto en el ámbito hospitalario (en casos graves) como de forma ambulatoria (casos menos graves o tras la recuperación).