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Causas más habituales de la infertilidad femenina

El concepto infertilidad femenina se utiliza para referirse a aquellos casos en los que las mujeres encuentran dificultades para lograr un embarazo tras haberlo intentado durante al menos un año. Sin embargo, es conveniente que las mujeres de menos de 35 años consulten  con un especialista si en seis meses no han conseguido el embarazo, para realizar las pruebas  necesarias para detectar la posible causa y aplicar el tratamiento adecuado. También se considera infertilidad la pérdida repetida de la gestación (abortos de repetición), la cual afecta a entre un 10 y 15% de mujeres entre 15 y 44 años. Existen diversos factores que explican la infertilidad femenina, siendo los más habituales los problemas de ovulación o alteraciones en el aparato reproductor femenino.

Problemas de ovulación

La causa general más común de la infertilidad femenina es la falta de ovulación, que ocurre en el 25 % de las mujeres con problemas de infertilidad, según la Organización Mundial de la Salud. La falta de ovulación puede deberse a varias causas, como las siguientes:

  • Afecciones ováricas, como el síndrome de ovario poliquístico, que es la causa más común de anovulación e infertilidad en la mujer.
  • El envejecimiento natural: una producción baja de óvulos en los ovarios debido a este proceso.
  • Trastornos endocrinos, como enfermedades de la glándula tiroides o de la hipófisis o hipotálamo, que afectan a las hormonas.
  • Estilo de vida y factores ambientales.
  • Insuficiencia ovárica prematura, por la cual el ovario deja de producir óvulos y hormonas en mujeres menores de 40 años.

También pueden darse problemas con el ciclo menstrual. La regla incluye varias fases, y tener un desajuste en alguna de ellas puede provocar esta situación. La anovulación suele causar alteraciones en el ciclo menstrual, tanto en la frecuencia como en la duración, siendo comunes periodos sin menstruación (amenorrea).

Problemas estructurales relacionados con la infertilidad femenina

Los problemas estructurales generalmente implican la presencia de algún tejido mal desarrollado, ya sea en las trompas de Falopio o el útero. Por ejemplo, si las trompas de Falopio están bloqueadas, los óvulos no pueden pasar de los ovarios al útero y los espermatozoides no pueden llegar al óvulo para la fecundación.

Algunos problemas estructurales específicos que pueden causar infertilidad incluyen:

  • Endometriosis: el tejido que normalmente recubre el interior del útero se implanta y crece fuera del mismo.
  • Daño en las trompas de Falopio.
  • Fibromas uterinos: tumores benignos que aparecen dentro y alrededor de la pared del útero, aunque la mayoría de las mujeres con fibromas no tienen problemas de fertilidad y pueden quedar embarazadas. Sólo los fibromas uterinos de un tamaño mayor a 6 cm pueden afectar de manera negativa a la fertilidad.
  • Pólipos: crecimientos en la superficie interna del útero. Los pólipos pueden interferir con la función del útero y dificultar el embarazo. Pueden extirparse quirúrgicamente.
  • Otras causas como las lesiones, infecciones o cirugía previas.

Infecciones

Las infecciones son otra de las causas relacionadas con la infertilidad femenina. En el caso de infecciones como la gonorrea y la clamidia, si no se tratan adecuadamente, pueden provocar un bloqueo en las trompas de Falopio e interferir en la capacidad reproductiva de la mujer. De la misma manera, la sífilis no tratada aumenta el riesgo de que una mujer embarazada sufra un aborto.

Infecciones crónicas pueden reducir la cantidad o la calidad del moco cervical, lo cual también puede dificultar el embarazo.

Enfermedades autoinmunes respecto a la infertilidad femenina

Estos trastornos pueden provocar que el sistema inmunitario ataque  tejidos que normalmente ignoraría. Los trastornos autoinmunes, como el lupus, la enfermedad de Hashimoto o la artritis reumatoide, pueden afectar a la fertilidad.

Recuerda que:

  • Ante cualquier anormalidad en el embarazo, conviene mantener la calma y consultar con el ginecólogo o especialista médico de cabecera.
  • El problema más habitual de la infertilidad femenina es la falta de ovulación.
  • Las infecciones de transmisión sexual también pueden ser un problema a la hora de llevar un embarazo de forma saludable.