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7 claves para curar correctamente un esguince de tobillo

Los habituales esguinces son lesiones de ligamentos que se producen por un estiramiento excesivo o desgarro de estos cordones fibrosos. Pueden afectar a cualquier articulación como la rodilla o la muñeca, pero son más comunes en los tobillos. Cuando se produce, curar un esguince de tobillo es imprescindible para evitar que este tipo de lesión derive en algo más grave.

 

Por qué se produce un esguince de tobillo

Los ligamentos son el tejido conectivo que permite la unión de los huesos y su elasticidad favorece la movilidad. Sin embargo, estiramientos o movimientos bruscos pueden provocar que estos ligamentos se desgarren o rompan. Cuando esto sucede, se habla de haber sufrido un esguince. En el caso del esguince del tobillo los ligamentos que se ven afectados son aquellos que unen los huesos de esta zona: el peroné, la tibia y el astrágalo.

Existen diversas situaciones que pueden ocasionar un esguince de tobillo. Las más habituales son:

  • Una caída ya sea involuntaria, ocasionada por un tropiezo o al realizar alguna actividad como saltar.
  • Caminar o correr por un terreno irregular que provoque una mala postura del tobillo.
  • Una posición inadecuada del tobillo al caminar o pisar.
  • Haber sufrido esguinces previos.
  • Utilizar un tipo de calzado que no se adapte bien a la morfología del pie.
  • Cambios bruscos de postura.
  • Ciertos deportes como el fútbol o el rugby.
  • Una preparación física inadecuada antes de realizar una actividad deportiva.
  • Sobrepeso u obesidad.
  • Forma del pie.
  • La edad también puede suponer un riesgo a la hora de sufrir un esguince de tobillo. Aunque a medida que se cumplen más años aumenta el riesgo, los esguinces de tobillo se dan con especial prevalencia en adultos jóvenes, entre los 20 y los 30 años.

 

7 claves para identificar un desgarro de ligamentos del tobillo

Los síntomas varían según la gravedad de la lesión pero, por lo general, los signos más comunes del esguince de tobillo son:

  1. Oir un chasquido o ruido como consecuencia del desgarramiento o rotura justo en el momento que se produce el esguince.
  2. Dolor, en especial, al caminar.
  3. Inflamación.
  4. Hematomas o moratones.
    En caso de que el esguince de tobillo presente mayor gravedad, es posible que se experimenten otros síntomas tales como:
  5. Dificultad para moverlo o ponerse de pie.
  6. Inestabilidad.
  7. En casos más extremos, puede resultar imposible incorporarse

 

5 consejos básicos para curar el esguince de tobillo

Los esguinces de tobillo, aunque habituales, requieren de un cuidado específico. En caso de que no se curen adecuadamente, aunque la lesión sea mínima, se puede llegar a cronificar.

Los esguinces de tobillo se suelen curar en dos semanas aunque, en algunos casos, es posible que se requieran unos meses. El tratamiento más habitual para los esguinces de tobillo consiste en:

  1. Reposo. Para curar adecuadamente un esguince de tobillo es necesario guardar reposo durante los primeros días. El tiempo necesario variará según la gravedad de la lesión. Durante este tiempo, es de vital importancia evitar movimientos bruscos, forzar en exceso la articulación o cargar peso.
  2. Frío. Al producirse una inflamación, aplicar frio a la zona aliviará el dolor y favorecerá a que la recuperación sea más rápida. Existen bolsas especiales para este fin en la farmacia pero también es posible utilizar bolsas de alimentos congelados. En caso de optar por esta opción, es de suma importancia no aplicar el frío de forma directa sobre la piel. Para evitar riesgos, se puede cubrir la bolsa con un paño antes de situarla sobre la piel.
  3. ¿Cómo aplicar frío en el tobillo? El frío se aplica en un tiempo máximo de 15 minutos. Esta acción ha de repetirse cada dos horas durante los primeros 3 días tras producirse el esguince de tobillo.
  4. Sujeción. Para ayudar a curar el esguince de tobillo es necesario inmovilizar la zona adecuadamente para evitar una evolución de la lesión. Mientras se permanece tumbado o sentado, hay que mantener elevado el tobillo donde se ha producido el esguince. Se puede colocar en una silla o reposapiés con cojines para mayor comodidad y altura.
  5. En caso de presentar más gravedad, es necesario acudir a un especialista para que evalúe el grado de lesión. En estos casos, será necesario el uso de antiinflamatorios o acudir al fisioterapia.

 

Recuerda

  • Los esguinces de tobillo son una de las lesiones más frecuentes. Se producen como consecuencia de un desgarramiento o rotura de los ligamentos.
  • La sintomatología varía según la gravedad de la lesión, pero de forma habitual es posible experimentar dolor, hinchazón y hematomas.
  • Curar adecuadamente el esguince de tobillo es clave para evitar una evolución de la lesión o cronificación.
  • Durante los primeros días se recomienda reposo, mantener el pie elevado e inmovilizar la zona. En caso de que la lesión no sea leve, será necesario acudir a un especialista o fisioterapeuta.