Fotoprotección infantil

Diez claves importantes sobre la fotoprotección infantil

Junio es el mes del año en el que comienzan las buenas temperaturas, lo que supone pasar más tiempo al aire libre y mayor exposición a las radiaciones emitidas por la luz solar lo que que debemos estar más atentos a la fotoprotección sobre todo en el ámbito infantil.

En este sentido, los niños requieren una atención especial, ya que entre el 50-80% del daño cutáneo causado por la exposición solar se debe a la radiación recibida durante la infancia y la adolescencia.

A continuación se exponen diez aspectos claves para que los más pequeños disfruten de una temporada fantástica con seguridad y salud:

 

Claves sobre la fotoprotección infantil

  1. Es preferible mantener a los bebes el mayor tiempo a la sombra. Los menores de 6 meses nunca deberían exponerse directamente a la luz solar. Ademas, no es recomendable aplicarles protectores solares. Si esto no es posible, se puede aplicar una pequeña cantidad del mismo en pequeñas zonas como la cara, dorso de manos y piernas, siendo 15 el SPF mínimo recomendado.
  2. Es un error pesar que la exposición solar es totalmente imprescindible para adquirir la vitamina D que necesitan nuestros hijos. Tanto la AAP (Academia Americana de Pediatría), como el Comité de nutrición de la Asociación Española de Pediatría, recomiendan suplementar a los lactantes menores de 1 año con vitamina D3 diariamente desde el nacimiento y a los mayores de esta edad y adolescentes que, por su dieta, no ingieran las necesidades diarias recomendadas. No hay estudios en niños que permitan sugerir qué nivel de exposición solar es necesario para prescindir de los suplementos dietéticos.
  3. Evitar usar fotoprotectores que en su composición contengan filtros orgánicos (químicos) como la oxibenzona o el octocrileno y, en su defecto, usar filtros físicos (minerales o inorgánicos) como el óxido de zinc y el titanio. El factor de protección debe ser FPS 50 y de amplio espectro. Es decir, que proteja contra los rayos UVA, UVB, Luz visible e infrarroja (todos estos aspectos se indican en la etiqueta del producto).

 

Consejos sobre la aplicación de fotoprotección

  1. La crema fotoprotectora hay que aplicarla justo antes de exponerse al sol. En este campo, desde hace dos años, hay una novedad importante demostrada por investigaciones realizadas por el grupo de Fotobiología Dermatológica de la Universidad de Málaga, y es que no es necesario aplicar la fotoprotección media hora antes de la exposición, ya que su aplicación 5 minutos antes es igual de eficaz.
  2. La fotoprotección hay que renovarla cada 2 horas, o incluso más frecuentemente si el niño suda o se seca continuamente con toalla, aunque en las características del fotoprotector elegido adviertan que es resistente al agua.
  3. Si es la primera vez que se usa la crema protectora, se debe aplicar en una pequeña zona y observar durante una media hora que no provoca reacción cutánea alguna.
  4. Debe prestarse mucha atención a la nariz, orejas, hombros y dorso de pies, ya que suelen ser las zonas que más radiación directa sufren.

 

Hábitos que complementan la fotoprotección

  1. La ropa que lleve el niño en verano es muy importante. No se deben usar ropa ajustada. Los chalecos o prendas sin mangas, no son recomendables ya que el cuello y los hombros se queman con facilidad. El uso de sombrero es aconsejable, con un ala superior de 5 cm.
  2. Especial cuidado también con las gafas de sol. Éstas deben ser homologadas y muy especialmente en las horas del día de mayor intensidad lumínica (12:00—17:00).
  3. No hay mejor forma de enseñar que predicando con el ejemplo, por lo que se recomienda a los adultos mantener unos hábitos correctos ante la exposición solar.

 

Recuerda

  • Con la llegada del buen tiempo el cuerpo se expone más horas al sol y por consiguiente a las radiaciones emitidas por la luz solar
  • Entre el 50-80% del daño cutáneo causado por la exposición solar, se debe a la radiación recibida durante la infancia y la adolescencia.
  • En esta época cuando debe prestarse más atención a la piel sobre todo de los más pequeños de casa