Cómo tratar una infección de orina durante el embarazo

Cómo tratar una infección de orina durante el embarazo

Las infecciones de orina son muy frecuentes durante el embarazo y, aunque en la mayoría de los casos suelen ser leves, no diagnosticar y tratarlas a tiempo puede conllevar complicaciones importantes.

En general, las mujeres son mucho más propensas a las infecciones de orina y se estima que una de cada tres mujeres presentará al menos una infección urinaria a lo largo de su vida. Este riesgo aumenta durante el embarazo, entre un 5-10% de las embarazadas sufren una infección de orina y un 10% de los ingresos hospitalarios en gestantes se deben a este motivo.

Conocer las formas de prevenir estos episodios así como reconocer sus síntomas es de vital importancia.

 

¿Cómo reconocer la infección de orina?

La causa más común de infección de orina es la bacteria Escherichia Coli, una bacteria propia del intestino, que contamina con facilidad la uretra femenina y que provoca ocho de cada diez casos.

Por lo general, la infección afecta de las vías urinarias bajas, la vejiga y la uretra, lo que conocemos con el nombre de cistitis. Pero también es posible que ascienda hasta el riñón. En este caso se denomina pielonefritis y es de mayor gravedad que la cistitis.

 

Los principales síntomas que de una infección de orina son:

  • Ardor o dolor al orinar.
  • Polaquiuria, aumento de la frecuencia de micción, aunque la cantidad sea escasa o mínima. También suele haber urgencia miccional.
  • Dolor en la zona del pubis.
  • Orina con aspecto turbio o color anormal.
  • Hematuria o presencia de sangre en la orina

Si la infección llega a los riñones o es más grave de lo habitual, es necesario acudir a un especialista. En estos casos suelen aparecer los siguientes síntomas:

  • Escalofríos y fiebre o febrícula.
  • Dolor lumbar
  • Nauseas y vómitos.
  • Fatiga o cansancio.
  • Debilidad.

 

¿Por qué es común la infección de orina durante el embarazo?

La razón que explicaría la alta incidencia de la infección de orina durante la gestación se debe a los diferentes cambios a nivel hormonal, físico y anatómico que la mujer experimenta durante el embarazo.

Se suele dar con mayor frecuencia en mujeres que ya experimentan infecciones de orina de forma habitual antes del embarazo, en las pacientes diabéticas, con antecedentes de litiasis (“piedras” en el riñón) y en aquellas con embarazos muy seguidos.

 

Tratamiento y prevención

Durante el embarazo la infección de orina suele tratarse con antibióticos y se prefieren las pautas cortas, de uno o dos días. Sin embargo, si los episodios de infección se presentan de forma recurrente o se produce una pielonefritis, el tratamiento podría ser más prolongado e incluso requerir ingreso hospitalario. Incluso puede dar lugar a una amenaza de parto prematuro.

La prevención constituye, por tanto, una línea de abordaje importante. A través de diferentes hábitos podemos reducir notablemente el riesgo de presentar infección en las vías urinarias. Para ello, se recomienda:

  1. Aumentar la ingesta de líquidos. Se recomienda beber al día un total de dos litros de agua.
  2. Higiene adecuada de la zona genital después de orinar o defecar.
  3. Orinar con frecuencia y regularidad.
  4. Utilizar ropa interior de algodón ya que favorece la transpiración. Evitar, por tanto, el uso de prendas sintéticas y muy ajustadas.
  5. No permanecer mucho tiempocon el traje de baño mojado .
  6. Orinar después de mantener relaciones sexuales.

 

Recuerda

  • Las infecciones de orina son más comunes en las mujeres.  Una de cada tres tendrá en algún momento de su vida, aumentado el riesgo durante el embarazo.
  • La infección de orina se produce como consecuencia de una infección de las vías urinarias. Debido principalmentea la presencia de bacterias.
  • Si la infección se produce en las vías bajas, afectando a la vejiga, se trata de cistitis.
  • Si  la infección es renal se denomina pielonefritis y suele presentar mayor gravedad.
  • Los principales síntomas de la infección de orina son molestia o ardor al miccionar, así como un cambio de tonalidad en la orina.
  • La prevención es posible mediante una higiene adecuada tras orinar y defecar, beber agua con frecuencia y utilizar ropa interior de algodón.